viernes, 30 de noviembre de 2007

La magia del código (again)

And again from Google. Aquí y aquí el reporte oficial del lanzamiento del producto. ¿De qué se trata? Nada más ni nada menos que de Google Maps en el teléfono móvil pero ahora con funciones de localización y sin necesidad de GPS. Toda una innovación disruptiva diría Clayton Christensen, localización para el 90% o más de los suscriptores que no tienen teléfono con GPS. Con tecnología basada sólo en la señal y ubicación de las estaciones de radio de la red celular. Y a los que tienen teléfono con GPS les mejora la velocidad de localización y la localización en interiores (dónde el GPS queda fuera de servicio). Más desplazamiento del valor desde los operadores de la red y desde los fabricantes del terminal hacia los "fabricantes" del código: más publicidad para AdWords, y ahora basada en la ubicación del suscriptor; lo cual combinado con todos los datos que Google tiene ya de uno vía gmail, vía g, g, g... puede ser un nuevo nirvana para los anunciantes...

Entiende uno porque Google desde hace años se oponía fieramente a las demandas del gobierno USA de revelar datos sobre búsquedas y similares: imagínense si no sostiene esa credibilidad de defensa de la privacidad, ahora con información de localización en tiempo real. Lo dicho hace unos días: Google tiene ya más influencia sobre los ciudadanos (y más confianza de nuestra parte) que los mismos gobiernos... Y además sus acciones en la bolsa no dejan de subir, o sea, seguimos rentando gracias a sus innovaciones

martes, 20 de noviembre de 2007

Kindle, from Amazon (the ultimate innovation from the great innovator)

Kindle es la noticia: es un "reader", o sea un electronic reader, es decir el libro electrónico, concebido (no curiosamente) por el vendedor de libros más grande del mundo, pionero además que halló el primer (valga la redundancia) gran negocio de la Web

Nicholas Carr ya le ha dedicado dos muy interesantes comentarios: aquí y aquí

Newsweek lo tiene en la carátula

INNOVATIVIDAD, por ahora, se limita a referir a sus lectores a los comentarios hechos no hace mucho, sobre la versión Sony del mismo "juguete" (en verdad no es un juguete, puede ser lo más importante que le suceda a la humanidad después de la imprenta de Johannes Gutenberg, y en el mismo ámbito; excepción claro está del autor, que provee el contenido, sin el cual el libro, cualquier libro, sólo es un encuadernado del vacío)

jueves, 8 de noviembre de 2007

Radiohead innovation

A los grupos de rock británicos no les bastó haber marcado la pauta desde hace décadas en la producción musical sino que también ahora lo quieren hacer en venta y distribución. El comentario lo trae el Innoblog de Innosight: Radiohead ha puesto a la venta su último trabajo directamente en Internet (sin intermediación pues de casa disquera ni tiendas de discos) pero además ha tenido la osadía (¿de qué otra manera se le podría llamar?) de invitar a los compradores a que ellos mismos fijen el precio que desean pagar por el producto. Scott Anthony no duda en calificar este proceder de Disruptive Innovation en la industria de la música...

"Interestingly enough, early data suggests that customers are paying comparable prices to what they would pay in stores or online (full disclosure, the author ponied up $10 for the digital download). This is great news for Radiohead who doesn’t have to split revenue with distributors and the record label. Early estimates pegged the group’s first day take at around $10 million from sales of 1.2 million albums..."

Un par de comentarios:

1. Definitivamente es una salida más que elegante a la piratería

2. ¿Quien necesita (o ha necesitado nunca) a las disqueras? (capaz The Beatles hubieran sonado mejor todavía de haber surgido en otra época, en la cual ya no necesitaran ni de un EMI ni de un George H. Martin; o acaso George H. Martin habría sido más un "Beatle man" que un "EMI man"). No había real value en estos "socios"

3. El consumidor - melómano paga ahora por lo que realmente vale: el placer de escuchar lo que desea, dónde y cuándo lo desea y con quien lo desea, sin restricciones artificiosas de time - shifting o format - shifting. DRM (Digital Right Management) is dead!

PS ¿Llegará a ocurrir lo mismo con las casas editoriales y los escritores?