El encuentro planetario de cada cuatro años, cuyos orígenes en la grecia antigua tenían el mismo carácter (de encuentro de representantes de todos los estados, y de juegos) ha dado muchas muestras de admitir la innovación. Están aquéllas innovaciones que podríamos calificar de irresistibles, como son las derivadas de aplicar las mejoras técnicas en implementos y escenarios para la competición, y la bienvenida a la TV (a la transmisión en "vivo y en directo"), que da al evento un talante moderno-universal impensable en su momento para los griegos; pero también están las otras innovaciones - más resistidas - de ir incorporando cada vez más disciplinas a la competencia (nado sincronizado, bici-montañismo, etc.), éstas jamás pensadas así mismo en su momento por los griegos. Cabe preguntarse entonces ¿Hay más olimpiadas cuanta más disciplina en competencia hay? Y cabe intentar responder:
1. Más disciplinas permiten más "atletas" y quizá brillar a estados que de otra manera no tendrían posibilidad alguna de lucimiento
2. Más disciplinas permiten también más espectáculo televisivo, lo cual favorece la economía del evento (¿cómo financiaban en su época los estados griegos?)
3. Pero, ¿hay un límite, una frontera para lo que es una disciplina olímpica? Quizá no, pues son los juegos algo de nosotros, para nosotros, y serán de acuerdo a lo que seamos nosotros
Así como a un atleta griego teletransportado en el tiempo ver unas olimpiadas de hoy le causaría de todo, así a nosotros si llevados al 2120 (no a Londres 2012) sabrá Dios para ver qué. Por eso quizá es que no existe la teletransportación, ni en el espacio, ni menos en el tiempo; para nosotros los mortales todo requiere (y tiene) de su tiempo...
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