lunes, 11 de mayo de 2009

Kindle DX (amazon.com)

Aquí el lanzamiento en la página de Amazon

Obsérvese antes que nada lo siguiente:

1. Amazon comenzó como una librería, una basada en la Web, comercio al detal de libros vía Web

2. Luego se decidió a vender muchas otras mercancías (siempre por la Web); enfatizó pues en su carácter de organización retail

3. Ahora fabrica y vende un terminal de telecomunicaciones que es de propósito específico: permitir la lectura de libros no impresos (y su compra y despacho inmediatos vía ondas hertzianas)

¿Ha estado Amazon yendo de un lado para otro con su misión? Por supuesto que no, de hecho ha hecho lo contrario: insistir en su misión al extremo, la de actuar como extremo del canal de distribución de los productores de contenidos-textos, 1) acercándose cada vez más al lugar en dónde el cliente espera encontrar el producto para su compra o consumo, 2) extendiendo la cobertura de esos lugares, 3) exhibiendo y facilitando toda conveniencia para la transacción (al máximo), 4) eliminando de paso, y ahora sí de forma absoluta, el inventario (y la posibilidad de agotados), 5) haciendo todo ésto con más economía y a la vez capturando más valor en ése economizar

Parece magia; pero no lo es, es sólo gran tecnología adecuadamente puesta al servicio de la innovación :-)

Al Kindle DX, Amazon le ha puesto un precio de USD 489; de seguro que vale más que éso. Aquí nuestro modesto consejo a este gran innovador:

1. El Kindle DX está pensado para dos segmentos claramente determinados en sus Jobs-To-Be-Done: a) los estudiantes universitarios y sus "mochiladas" de textos de estudio, b) los lectores de períodicos, que estarían desapareciendo, y con ellos las venerables casas editoriales de los períodicos, y hasta el periodismo mismo dirán algunos

2. Sobre el segmento "a" y sus Jobs-To-Be-Done es curioso constatar cómo aquí ya habíamos discurrido hace varios meses (¿nos anticipamos a Amazon en la idea? ¿simplemente coincidimos con ellos?; cualquiera sea el caso es grato ver el futuro imaginado hecho presente). El consejo es éste: ese Kindle DX debe ser "combotizado" con los textos de estudio, y vendido a las instituciones universitarias en volumen para que éstas "al detal" provean de ellos a sus estudiantes; hay de seguro muchas formas de acometer lo dicho, pero en todos los casos el mensaje es que hay un nuevo cliente a quien satisfacer (la institución universitaria) y un nuevo modelo de negocio que desplegar (uno en el que lo importante es la propiedad del aparato y sus contenidos por parte de la universidad, y la prevalencia de esa propiedad en el tiempo, así cambien los contenidos y así haya que "hacer durar" el aparato para siempre); y de contera, habría que pensar de una vez en un producto asociado que reemplazaría los tradicionales (de los estudiantes) cuadernos y libretas de notas y fotocopias subrayadas o resaltadas y notas al pie en los textos de estudio en papel; tal producto asociado, claro está, es todo menos un accesorio del producto original

3. Sobre el segmento "b" y sus Jobs-To-Be-Done, habría (cabría pensar en) un gigantesco desplazamiento del VALOR hacia el terminal: beware Google pues si la gente se decide a leer períodicos en los Kindle DX en vez de hacerlo en cualquier PC o en cualquier Móvil, el valor regresa a manos de los períodicos ensambladores-productores de los contenidos y a Amazon en este caso como canal de distribución de los mismos. Ahora bien, para que esto suceda se requiere un pequeño pero fundamental cambio: Amazon no puede pensar en la terminal Kindle DX para este segmento como un producto individual, ni siquiera para el hogar, tiene que pensar en él como un producto de uso público (dicho sea de paso, los USD 489 no son el gran número en este cambiado escenario); puesto dicho "Kindle DX Público" en bibliotecas, en droguerías, en terminales y vehículos de transporte público, en baños, en salas de reuniones y salas de espera de edificios de todos tipo, por dar algunos ejemplos, desplegará él cabalmente todo el valor que promete, que residirá no tanto en evitar la impresión de los períodicos en papel y su distribución física (que era el valor que visto desde el ayer se estaría reformulando y entregando) sino en re-universalizar la lectura de períodicos, esta vez enviando a cero en moneda su costo para el lector, y al tiempo, re-asignando los momentos de su lectura a los momentos de "tiempo muerto" que éste -el lector- tiene durante todo el día, o sea res-catando, re-valorizando dicho "tiempo muerto"... del tiempo dedicado a la TV por ejemplo, o a las trivialidades de los juegos electrónicos en todo tipo de pantallas

(sólo pedimos que la publicitad sea también, a la vez que res-catada para las venerables casas editoriales, re-ubicada de manera que eche a correr su carácter intrusivo tradicional, cosa que no es mucho pedir y muy realizable ciertamente :-)

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