(en el UK "match", en USA "game")
Desde los tiempos no tan remotos del imperio romano, la gente ha gustado de asistir a contemplar el desarrollo de competencias entre rivales; que antes fuera entre cristianos y fieras (por la vida), y ahora entre equipos que juegan algún juego con balón, sencillamente habla bien de los aportes del desarrollo de la industria a la consolidación de la civilización...
¿Qué hay tan valioso en ese concurrir a las "justas"? La respuesta fácil y rápida sería decir que la gente se entretiene, saca provecho de su tiempo libre, se olvida de sus problemas por un rato, etc. Pero aquí no nos gustan las respuestas "rápidas", nos gustan las que aunque más demoradas y esforzadas de hallar, más precisas:
1. Entre quienes van en grupo al estadio (la gran mayoría), éste y el "match", se convierten en un lugar para compartir; compartir emociones, comentarios, aprendizajes, etc. (algo que no se puede hacer por ejemplo en cine)
2. Para muchos otros, durante un tiempo, ir al estadio resulta ser un cierto rito de iniciación: el afiliarse con un equipo y comenzar a "sufrir" y a "gozar" con sus triunfos y derrotas; decimos de iniciación porque para entrar en tales comportamientos de una forma auténtica hay que tener cierta edad. Lo dicho se suele combinar con el legado de la afiliación de padres a hijos, etc.
3. Quien va al estadio es además un experto. Sólo quien va al estadio puede referir lo que vió (con sus propios ojos) en "aquella tarde gloriosa", o cómo aquel equipo del año x si tenía una alineación que no se ha vuelto a ver, etc. Después de mucho ir al estadio (a muchos "matchs", tras muchos años) se puede hablar (y los otros escuchan con respeto y admiración) con propiedad del "asunto"... Se llega a ser una autoridad en la materia (autoridad que por supuesto el mero televidente, por ejemplo, jamás alcanzará)
4. En el fenómeno de las "barras" se hace evidente otro Jobs-To-Be-Done que el "match" facilita: la creación primero y/o la contribución luego a su gloria, de una nueva tribu; ser parte de una tribu, reconocerse en ella, ser reconocido por los demás miembros, todo ésto suscita sentimientos de logro, de felicidad, de realización, y de autoestima, difícilmente alcanzables a lo que es el precio de la boleta de entrada al estadio más el pago de los costos de la parafernalia de rigor
5. Por último, está la emoción del gol, ¿que consiste en qué? Respuesta: en haber acertado, en haber acertado uno sobre que eso iba a pasar, en haber acertado uno en afiliarse con el contendiente que anotó, en haber acertado uno en haber escogido ir al estadio versus todas las otras opciones para el domingo por la tarde... Y cuando "no se acierta", o sea la mitad de las veces, tiene uno la ganancia adicional de "tratar de entender" (por propia cuenta y/o escuchando a los analistas) ¿qué fue lo que pasó?; o sea tiene dos horas más de entretenimiento gratis, preciso en el momento en que uno ya cansado de las emociones, querría darle más espacio a la racionalidad... :-)
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