martes, 9 de marzo de 2010

El camino (y los atajos) hacia la Innovatividad

Para que una organización se ponga (seriamente) a la ardua tarea del desarrollo de nuevos productos, a la tarea pues de la Innovación
(y triunfe, p e r m a n e n t e m e n t e),
se requiere que se cumplan antes una serie de condiciones (aunque el recorrer la serie no tiene que hacerse necesariamente paso a paso, también puede ser a saltos)

1. La exigencia de la competitividad. La organización ha de estar compitiendo en mercados-territorios en donde la libertad de empresa y competencia sean las máximas posibles hoy en día; en un escenario tal la alternativa de la Innovación acosa desde todos los ámbitos, y principalmente, el cliente está acostumbrado a no conformarse con nada menos que la excelencia de valor

2. Estar en los límites de la matriz de Ansoff. Cuando se da el ambiente descrito en 1., la organización rápidamente se da cuenta (y las cosas llegan a ese estado) que el crecimiento del siguiente periodo es ya muy difícil, si no imposible, vía "penetración" o "desarrollo de mercados"; la fiera competencia, y la cobertura alcanzada por todos esos competidores en territorios y segmentos, obliga a descubrir nuevos segmentos, nuevas oportunidades de Jobs-To-Be-Done no resueltos, que serán la base de los correspondientes nuevos desarrollos de productos

3. Decidirse a llevar adelante la ardua tarea. Aquí el tema es de no procrastinar. Todo gerente competente sabe cuál es la evidencia del valor de un producto, la diferenciación, y sabe también que en ésto no hay substituto posible, que se logra sólo vía la Innovación; pero todo gerente competente también es capaz de maniobrar con el tiempo, con los plazos, con el quizá "confiar que podrá ser otro después de mí quien haga la tarea", "quizá" éste que irónicamente cabrá hoy pensar porque otro antes (no procrastinando) hizo la tarea, hizo bien en su momento, el capítulo precedente de la marcha incesante de la Innovación

4. Contar con las habilidades y estrategia para avanzar en la tarea. Lo cual muchas veces significa pedir ayuda a un externo, todo un acto de humildad, pleno de toda la potencia para hacer naufragar al más "macho"

5. Aprender a ensayar pronto, limitar las pérdidas a pequeñas pérdidas de aprendizaje, y acelerar los éxitos. Método, método, método (método Jobs-To-Be-Done por cierto :-)

6. Hacer de todo lo anterior procesos y cultura. O sea hacer del esfuerzo innovador uno continuo, sistemático, regulado hasta donde cabe, apreciado por todos en la organización, "afilado y certero" como la mano del cirujano que desafía y le arrebata a la muerte la vida... en un instante

7. Garantizar que no se volverá a olvidar la lección con la próxima administración o directiva. Que podría afirmarse es más bien un asunto de liderazgo, o de buen gobierno, pues de lo que se trata es de no errar en la sucesión...

1 comentario:

IXEM dijo...

Lo que no debemos olvidar es que "innovar" no es buscar modos novedosos de hacer mejor lo que hacemos mis competidores o yo.
La verdadera innovacion aparece cuando me salgo de mis ideas preconcebidas, cuando me olvido de como se han hecho siempre las cosas, cuando me atrevo a soñar...