viernes, 16 de octubre de 2009

A propósito del simulacro de terremoto de la semana pasada (en Bogotá D.C.)

Una idea, que cabría que la autoridad volviera realidad, si en verdad hay interés por la población, por prevenirle nefastas consecuencias y aliviarle otras, de presentarse el desastre natural de marras

¿Qué puede ser peor que sufrir el remezón de un terremoto y perder vidas y/o bienes que son parte de nuestra propia vida (de la de la ciudad si se quiere también)? Respuesta: que pasado el terremoto los sobrevivientes agonicen bajo los escombros y no puedan ser hallados a tiempo para eventualmente ser rescatados... saberse con vida y atrapado y tener tiempo para agonizar sin esperanzas...

Este adminículo (que proponemos desde aquí como idea), para ser repartido por la autoridad a toda la ciudadanía a costo de nuestros ya pagados impuestos, sería una pequeña contribución, que llegado el caso, así salvase sólo una vida (o restableciera sólo una esperanza) se pagaría sobradamente: una pulsera, de comodidad y demás prestaciones tales que las personas no tuvieran que retirársela nunca (el peor terremoto es el que llega a media noche), y que hasta para un niño tan pequeño como de 3 años, sirviera al propósito de con escaso aliento, pitar suficientemente para que "afuera" me oigan y sepan de que aún tengo alientos y espero que me saquen de allí donde atrapado...

El adminículo, que yo sepa, no existe. Que yo sepa, tampoco puedo asegurar que pueda ser construido a bajo costo; pero precisamente allí es donde puede comenzar la innovación: la autoridad podría convocar un concurso (incluso internacional, el concurso, y quizá la misma autoridad) para que diseñadores de todos los rincones concentraran sus esfuerzos en una solución apropiada

Con esto completamos la idea, que es lo que desde aquí nos cabe hacer. Amanecerá y veremos: desde hoy, en Bogotá D.C., Colombia, a los 16 días del mes de octubre de 2009

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